Victoria Sobre el Pecado

El poder del evangelio de la gracia te libera de la culpa y la condenación, produciendo una vida victoriosa con frutos de justicia.

MINISTERIAL

Pastor Juan Carlos Pérez Corrales

9/20/20252 min read

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Victoria Sobre el Pecado

El pecado nos ha separado de Dios, y su consecuencia natural es la muerte (Romanos 6:23a). Sin embargo, la buena noticia es que, a través de Jesucristo, Dios ofrece la vida eterna (Romanos 6:23b).

La redención y el perdón de nuestros pecados se obtienen por medio de la sangre de Cristo, gracias a la abundante gracia de Dios (Efesios 1:7). Es fundamental que, al convertirse, la persona:

  1. Reconozca sus pecados y su necesidad de un Salvador.

  2. Tome la decisión de aceptar el perdón completo de Jesús (1 Juan 1:9).

Vivir en Victoria y la Consecuencia del Pecado

Como creyentes, estamos llamados a superar el poder del pecado y a vivir de una manera que honre a Dios, dando buenos frutos y creciendo en el conocimiento de Él (Colosenses 1:10).

El texto subraya que el pecado conlleva consecuencias destructivas. Estas consecuencias no son un castigo de Dios hacia el creyente, sino el resultado natural y destructivo de la propia acción pecaminosa. Se ilustra con el ejemplo de alguien que, ejerciendo su libre albedrío, elige poner su mano en el fuego: la quemadura es la consecuencia directa de su elección, no una sanción divina.

La Gracia Como Maestra

Creemos que la gracia de Dios es un poder que enseña a los verdaderos creyentes a rechazar la maldad y los deseos mundanos (Tito 2:11-12).

Es importante entender que la gracia no da permiso para pecar. Quien usa la gracia como excusa para seguir pecando demuestra no haber comprendido el verdadero evangelio de la gracia.

Reinando por la Gracia

El pecado no dominará a aquellos creyentes que entienden el evangelio de la gracia y se identifican con la justicia que tienen en Cristo. Romanos 6:12-14 lo afirma claramente: el pecado no debe reinar en el cuerpo mortal, pues el creyente ya no está bajo la ley sino bajo la gracia.

La vida transformada por el evangelio de la gracia produce un buen fruto que se manifiesta en:

  • Una vida de victoria sobre el pecado.

  • Matrimonios y familias fuertes.

  • Generosidad genuina.

En esencia, la gracia y la justicia que recibimos a través de Jesucristo nos permiten reinar en vida sobre todas las áreas (Romanos 5:17).

Los verdaderos creyentes no buscan una excusa para pecar, sino una salida de la culpa, el miedo y la condenación. La experiencia ha demostrado que cuanto más se proclama el amor incondicional y la gracia de Dios, más personas experimentan liberación de adicciones y ataduras. La predicación de Jesús hace que el pecado pierda su poder y trae el verdadero arrepentimiento.