Sobrenaturalmente en la Cima

Encomienda tus tareas a Dios (Proverbios 16:3) para que Él te guíe, provea sabiduría y te equipe sobrenaturalmente. Sé diligente, pero confía en Su favor para mantenerte al tanto de todo sin estrés.

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Sobrenaturalmente en la Cima

Encomienda tus obras al Señor, y tus pensamientos serán afirmados.

El sabio rey Salomón, en el Libro de Proverbios, nos da una instrucción fundamental: "Sé diligente en conocer el estado de tus rebaños, y mira con cuidado por tus vacas" (Proverbios 27:23). Esta enseñanza, aunque dada en un contexto agrícola, se traduce hoy en un principio universal de administración responsable. En otras palabras, sin importar el ámbito de tu liderazgo o responsabilidad —ya sea que dirijas una empresa, estés a cargo de un equipo, o simplemente gestiones tu hogar y el bienestar de tu familia—, es crucial que sepas exactamente lo que está sucediendo. La diligencia no es opcional; es una marca de mayordomía fiel.

Sin embargo, Dios nunca esperó que cargáramos con esta responsabilidad con nuestras propias fuerzas limitadas, lo cual inevitablemente nos llevaría al estrés, la preocupación y el agotamiento. El camino de Dios es la confianza y el empoderamiento divino. Él desea que confiemos plenamente en Su capacidad para suplirnos y dirigirnos. Esto implica mirarlo a Él, apoyarnos en Su favor inmerecido, clamar por Su sabiduría que es "pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos" (Santiago 3:17), y depender de Su provisión sobrenatural.

El Señor anhela que experimentemos a Su Espíritu Santo guiándonos para ejecutar nuestras responsabilidades con minuciosidad, precisión y eficacia, y no solo con esfuerzo humano. La promesa de Dios es clara: "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres" (Colosenses 3:23). Cuando adoptamos esta perspectiva, nuestro trabajo se eleva de una tarea mundana a un acto de adoración.

Amado Juan Carlos, a medida que te adentras en las tareas y desafíos que tienes por delante, tu enfoque principal debe ser la confianza radical en el Señor. Ten la certeza de que Él te posicionará en el momento y lugar exactos para tomar las decisiones correctas, te dará el discernimiento necesario y te equipará con habilidades que superan tus capacidades naturales. Pídele al Espíritu Santo que te muestre con claridad en qué áreas debes concentrar tu energía y atención y espera que Él te equipe sobrenaturalmente para cumplir con las exigencias de cada situación.

Esta no es solo una estrategia de gestión; es una forma de vida espiritual. Es caminar con una diligencia que está divinamente dirigida y que te permite mantenerte en la cima de tus asuntos, no por tu mérito o fuerza, sino por Su poder inagotable que opera en ti. ¡Esta es la manera de operar en la excelencia de Dios!