¿Qué es "Caer de la Gracia"? Parte 1

¿Qué es Realmente "Caer de la Gracia"? Parte 1

Versículo Central

Cristo ha llegado a ser inútil para vosotros, cualquiera de vosotros que [quiera] ser justificado por la ley; habéis caído de la gracia. (Gálatas 5:4)

Otras versiones para reflexionar:

• Biblia Amplificada (AMP): "Has sido separado de Cristo, si buscas ser justificado por medio de la Ley; has caído de la gracia [porque has perdido el control del favor y la bendición inmerecidos de Dios]."

• Traducción en Lenguaje Actual (TLA): "Los que quieren que Dios los acepte por obedecer la ley, rechazan el amor de Dios y dejan de estar unidos a Cristo."

La Verdadera Definición Bíblica

¿Qué te viene a la mente cuando escuchas la frase "caer de la gracia"? Hoy en día, es común que se use esta expresión para referirse a cuando un creyente ha pecado. Sin embargo, si revisamos las Escrituras, descubrimos una definición mucho más profunda y específica.

Curiosamente, el apóstol Pablo, al escribir a la iglesia de Corinto (una congregación con serios problemas de pecado), nunca les dijo que habían "caído de la gracia". ¿Por qué? Porque la Escritura de hoy, Gálatas 5:4, nos da la verdadera definición de lo que significa caer de la gracia: es caer en la ley, es decir, intentar ser justificado o agradar a Dios a través de la obediencia a la Ley de Moisés (obras) en lugar de descansar en la fe y la obra terminada de Cristo.

Observa este concepto: la gracia es el terreno elevado. Caer de la gracia, por lo tanto, es descender de ese elevado terreno de fe y favor inmerecido para volver al terreno bajo de la ley y el esfuerzo humano. De la misma manera que el propiciatorio (símbolo de la gracia) estaba colocado por encima de las Tablas de los Diez Mandamientos (símbolo de la ley) en el Arca del Pacto, caer de la gracia es volver a colocar tu dependencia en el cumplimiento de la Ley.

¡No te Esfuerces, Recibe!

Mi objetivo es que comprendas la enseñanza bíblica sobre "caer de la gracia", para que puedas vivir plenamente esta vida con el poder, dominio y autoridad que ya tienes bajo la gracia de Dios.

Cuando falles o cometas un error, no permitas que la idea de que has "caído de la gracia" te impulse a tratar de volver a "la buena gracia de Dios" mediante tus propios esfuerzos. ¡No! La gracia de Dios no se puede merecer, ganar o perder por tus fallas. Solo se puede recibir.

Te conviertes en un buen receptor de Su gracia, esa que te capacita para reinar en la vida, cuando llegas al final de ti mismo, al final de tus propios esfuerzos por justificarte o salvarte. Cuando reconoces tu necesidad de Jesús y recibes y descansas en Su obra terminada y completa (especialmente cuando has fallado), es cuando el favor inmerecido de Dios, Su gracia salvadora, se desata y se activa poderosamente en tu vida.

El apóstol Pablo entendió esto perfectamente:

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12:9 RVR60)

Otras versiones para reflexionar:

• Biblia Amplificada (AMP): "...Mi poder se está perfeccionando [y se muestra más eficazmente] en [tu] debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré en mis debilidades, para que el poder de Cristo [me envuelva por completo y] habite en mí."

• Traducción en Lenguaje Actual (TLA): "Mi amor es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad. Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí."

Conclusión: Gracia vs. Ley

Es crucial distinguir:

1. Caer de la gracia NO significa caer en el pecado.

2. Caer de la gracia SÍ significa caer de nuevo bajo la ley. La frase se refiere al momento en que un creyente intenta ser justificado o recibir las bendiciones de Dios mediante sus propios méritos, esfuerzos y obediencia a la ley, en lugar de recibirlo todo por la fe en la obra terminada de Jesucristo.

3. El pecado es una consecuencia, no la causa principal de "caer de la gracia". Al intentar vivir bajo la ley, el creyente debilita el poder de la gracia en su vida, lo cual puede conducir rápidamente al fracaso o al pecado.

La gracia no se gana, se recibe. La verdadera "caída" ocurre cuando nos apartamos del principio de vivir por la fe y en el inmerecido favor de Dios.

Es hora de salir de la mezcla, la confusión y la derrota. Es hora de liberarse del control paralizante de todo lo que te ha frenado. ¿Cómo? Cayendo en los brazos de la Gracia.

La gracia es el terreno elevado donde Dios quiere que permanezcas. Solo el favor inmerecido de Dios tiene el poder de levantarte del ciclo de pecado, enfermedad y fracaso. ¡La buena noticia es que puedes abrazar la Gracia de nuestro Señor hoy mismo y comenzar a tener dominio sobre toda acusación, enfermedad y fracaso!