La Seguridad de la Salvación a la Luz de Mateo 7:21-23
Mateo 7:21-23 no anula la salvación por fe. La voluntad del Padre es creer en Jesús (Juan 6:40), garantizando la vida eterna y seguridad absoluta en Él (Juan 10:27-30).
SALVACIÓN
Pastor Juan Carlos Pérez Corrales
9/20/20255 min read
La Seguridad de la Salvación a la Luz de Mateo 7:21-23
La pregunta planteada es profundamente relevante para todo creyente: ¿Mateo 7:21-23—donde Jesús dice que solo los que hacen la voluntad del Padre entrarán en el reino de los cielos—implica que la salvación se puede perder si no se cumple constantemente esa voluntad?
El pasaje en cuestión registra estas solemnes palabras de Jesús:
"No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, echamos fuera demonios en tu nombre, y en tu nombre hicimos muchos prodigios?’ Y entonces les declararé: ‘Nunca los conocí; ¡Apártense de mí, los que practican la iniquidad!’" —Mateo 7:21–23
Es crucial **observar la declaración de nuestro Señor Jesús: "Nunca los conocí." Esta frase no puede aplicarse a aquellos que han nacido de nuevo y tienen una relación de pacto y personal con el Señor. La expresión se dirige, de manera inconfundible, a individuos que jamás establecieron una relación genuina y transformadora con Jesucristo. La razón por la que Jesús puede decirles: "Nunca los conocí" es que su fe era meramente profesada en público, quizás a través de obras religiosas notables (profetizar, echar fuera demonios, hacer prodigios), pero su corazón estaba lejos de Él, y sus vidas se caracterizaban por "practicar la iniquidad" (o anomia, es decir, vivir sin ley, oponiéndose a la ley de Dios). Por lo tanto, este pasaje sirve como una advertencia solemne y severa para los profesantes del cristianismo, para aquellos que solo tienen una máscara externa de piedad, y no para quienes han aceptado genuinamente a Jesús como su Señor y Salvador.
La Voluntad del Padre: Creer en el Hijo
Para interpretar correctamente cualquier pasaje bíblico, es fundamental dejar que la Biblia interprete la Biblia. Al examinar el conjunto de las Escrituras, descubrimos que la voluntad primordial del Padre con respecto a la salvación es que el hombre crea en Aquel a quien Él ha enviado y, por medio de esa fe, reciba la vida eterna.
El Señor Jesús lo articuló con perfecta claridad:
"Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que contempla al Hijo y cree en él, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día postrero" —Juan 6:40
Y en otro pasaje vital, Jesús simplifica la "obra" que Dios demanda:
"Esta es la única obra que Dios quiere de ti: Cree en el que él ha enviado." —Juan 6:29 (NTV)
Este es el núcleo del Evangelio. Creer en Jesús y recibir Su don de la vida eterna es, en el contexto de la salvación, hacer la voluntad del Padre. Por lo tanto, el problema de las personas en Mateo 7 no era un fallo momentáneo en el comportamiento, sino una falta total de conocimiento y fe salvadora en el Señor.
La fe es el punto de entrada a una vida de obediencia, pero no es la obediencia la que nos salva. La fe en la obra de Cristo es lo que salva, porque,
"Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." —Efesios 2:8-9
La Obra Consumada de Cristo
Jesús mismo vino al mundo para cumplir la voluntad del Padre con el fin de establecer el Nuevo Pacto para nosotros. El autor de Hebreos registra Sus palabras:
"He aquí, oh Dios, he venido para hacer tu voluntad […]. Él quita el primero [antiguo pacto] para establecer el segundo [nuevo pacto]." —Hebreos 10:9
La voluntad de Dios que Jesús cumplió fue morir en la cruz por nuestros pecados, tomando nuestro castigo, y llevarnos a Su nuevo pacto de gracia, un pacto que no se basa en nuestro desempeño, sino en Su obra perfecta y consumada.
Así que, el mensaje central de Jesús en Mateo 7 es: "No todos los que me llaman 'Señor, Señor' en aquel día son salvos por su desempeño religioso, sino solo aquellos que cumplen la voluntad fundamental de mi Padre, que es creer en Mí y recibir Mi vida en ellos." Él no está declarando que, en el instante en que un creyente genuino comete un error, un fallo en el pensamiento o la acción, la relación se rompe y la salvación se pierde. Si así fuera, nadie podría estar seguro, pues:
"Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros." —1 Juan 1:8
Anclados en la Seguridad de Juan 10
¿Por qué es tan importante para el pastor Juan Carlos compartir y enfatizar esta verdad? Es para que la iglesia, los creyentes, sean establecidos firmemente en nuestro Señor Jesús y no sean "fácilmente influenciados, sacudidos y llevados por todo viento de doctrina" (ver Efesios 4:14). El Padre celestial desea que Sus preciosos hijos tengan un fundamento sólido edificado sobre la seguridad inquebrantable de su salvación en Cristo. En lugar de dejarnos confundir por la interpretación errónea de pasajes que se vuelven "oscuros" cuando se sacan de su contexto, el pastor Juan Carlos anima a todos a anclarse en pasajes ciertos y claros como el que se encuentra en Juan 10:
"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás; ni nadie los arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me los ha dado, es mayor que todos, y nadie puede arrebatarlos de la mano de mi Padre. Yo y Mi Padre somos uno." —Juan 10:27–30 (énfasis mío)
Esta declaración imparte confianza, seguridad y certeza en la salvación en Cristo. Note la palabra "jamás". Esta es una traducción de la partícula griega ou me, que es una doble negación, que enfatiza fuertemente el significado de "nunca, ciertamente no, en absoluto, de ninguna manera." Esto significa que, una vez que alguien es salvado por la fe en Jesús, ¡nunca, de ninguna manera, perecerá!
Amigo mío, es vital valorar con precisión y reverencia la obra terminada de Jesucristo en la cruz. No tomemos a la ligera el profundo sufrimiento que nuestro Señor Jesús experimentó en el Calvario para asegurar nuestra salvación, perdón y redención. Nuestra seguridad no reside en nuestro desempeño diario, sino en la fidelidad de Dios y en la eficacia de la sangre de Cristo.
La Biblia nos dice en términos absolutamente inequívocos:
"Si confiesas con tu boca al Señor Jesús, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo." —Romanos 10:9
La Biblia declara que nadie puede arrebatarnos de la mano de Dios (Juan 10:29). La Biblia revela el corazón del Padre:
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él" —Juan 3:16-17
¡Eso es lo que dice la Biblia! Y esa es la verdad en la que debemos anclar nuestra fe y nuestra esperanza, sabiendo que:
"Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo." —Filipenses 1:6


La misión de la Asociación MAAM Costa Rica es edificar a los creyentes, profundizando su caminar con Cristo, para que disfruten de la Gracia que Dios nos ha dado.
Dirección
Avenida 9 y Avenida 7, Calle 4, Alajuela centro, Alajuela, Costa Rica
