La Provisión Abundante de Dios en Tiempos de Necesidad

Descubre cómo la justicia de Cristo te da acceso a la abundante provisión de Dios, aun cuando la respuesta tarda.

person holding stack of wheat
person holding stack of wheat

La Provisión Abundante de Dios en Tiempos de Necesidad

Querido amigo, quiero que te sientas profundamente fortalecido y animado en este momento. Tienes que saber, sin lugar a dudas, que Dios te ama con un amor incondicional, se preocupa profundamente por cada detalle de tu vida y tiene el firme deseo de suplir absolutamente todas tus necesidades, de una manera gloriosa que te asombrará. El apóstol Pablo nos lo recuerda con esta promesa sólida y reconfortante: "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Filipenses 4:19). Él es tu Padre celestial y el dueño de todo.

Hoy, más que nunca, tienes el acceso y la libertad de buscar Su provisión porque la base de toda bendición ya fue establecida. Cuando Jesús fue a la cruz, Él cargó en Su propio cuerpo no solo tus pecados pasados, sino también cualquier necesidad o carencia que pudieras enfrentar. Al hacerlo, te revistió de Su propia justicia. Esta justicia no es algo que puedas ganar con esfuerzo o perder por un error; es un regalo inmerecido (Romanos 5:17). Saber que ahora eres justo ante Dios —tan justo como Jesús mismo— te da la confianza para esperar y recibir de Él. Y no esperes poco; espera con fe que Él actuará "mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos" (Efesios 3:20).

Enfocando tu Fe en la Obra Terminada

Mientras continúas poniendo tu confianza en que el Señor te proporcionará el avance, la sanidad o la liberación financiera que necesitas con urgencia, la clave es dónde pones tu enfoque. No te permitas concentrarte en la carencia, en lo que falta o en la magnitud del problema. Esa es la perspectiva del mundo.

En cambio, dirige tu mirada y tu corazón al amor inagotable del Señor hacia ti y a lo que Él ha logrado para ti en la cruz. Medita en el profundo misterio de cómo Jesús voluntariamente "siendo rico, sin embargo, por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos" (2 Corintios 8:9). Él se despojó de todo, hasta de Su vestimenta, para que tú pudieras ser revestido de toda bendición espiritual y material (Efesios 1:3). Esta es la verdad en la que debes anclar tu alma.

Mientras meditas en esta verdad transformadora, cree de corazón que el Señor no solo te da cosas, sino que también te está suministrando la sabiduría divina necesaria para tomar decisiones sabias, sanas y estratégicas que te saquen de tu situación. "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" (Santiago 1:5).

Caminando en Favor y Abundancia

Mira al Padre obrando a tu favor. Míralo rodeándote con Su favor como un escudo protector: "Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor" (Salmo 5:12). Cree que este favor está atrayendo a las personas adecuadas, abriendo puertas de oportunidad inesperadas y ordenando las circunstancias a tu alrededor.

Cree con convicción que Él está ordenando tus pasos y dirigiendo tu camino para que, aunque ahora te sientas confinado, seas llevado a "lugar espacioso; me ha librado, porque se ha agradado de mí" (Salmo 18:19). No se trata de tu esfuerzo, sino de Su dirección soberana. Confía en lo que dice Su Palabra: "Jehová enderezará tus sendas" (Proverbios 3:6).

El pastor Juan Carlos nos anima constantemente a descansar en lo que Cristo ya ha hecho por nosotros. Es este reposo, esta fe tranquila en la obra terminada, lo que activa la abundante provisión de Dios. Así es como caminarás en Su provisión para cada necesidad, y así es como reinarás, y no solo sobrevivirás, sobre toda circunstancia de carencia e insuficiencia. Simplemente, confía y descansa en la fidelidad de tu Padre.