La Proclamación de Nuestra Justicia en Cristo

La Proclamación de Nuestra Justicia en Cristo

Quisiera compartir contigo una enseñanza profundamente poderosa acerca de la justicia que poseemos como creyentes. La Palabra de Dios, en Romanos 10:6, nos revela un principio fundamental:

"Pero la justicia de la fe habla..." Romanos 10:6

¿Qué encierra esta frase? Significa que no es suficiente con que atesoremos la convicción de nuestra justicia en lo profundo de nuestro corazón. Dios nos impulsa a ir más allá: ¡nos alienta a DECLARARLA con nuestra boca!

La justicia que tienes es activa, es una justicia que debe ser expresada. Por lo tanto, te invito a que proclames tu posición de justo. Hazlo cada día, con convicción y valentía. Levanta tu voz y di:

"Padre Celestial, te doy gracias porque, en Cristo Jesús, yo he sido hecho justo. Esta no es una posición que haya ganado por mis propios esfuerzos o mis buenas obras, sino que es un regalo inmerecido que proviene de lo que Cristo consumó en la cruz. Con todo mi corazón, lo recibo y lo atesoro."

La Fe que Habla y Manifiesta

Creemos firmemente que al hablar y confesar tu justicia, algo extraordinario comienza a suceder en tu vida. Se agudiza tu conciencia sobre la abundancia de bendiciones y el cumplimiento de cada promesa que le corresponde a aquellos que han sido justificados por la fe.

Al declarar tu identidad en Cristo, cambias tu enfoque. En lugar de vivir descalificándote, dudando de tu valor o enumerando tus fallas, comenzarás a tener fe en Dios para experimentar buen éxito, favor divino y la sabiduría que necesitas. Como dice la Escritura:

"El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano." Salmo 92:12

La provisión de Dios, tanto material como espiritual, se hace más evidente y fácil de experimentar, pues conoces la posición correcta y la autoridad que te ha sido dada en Cristo.

Por esta razón, te animo a dejar de lado la autodescalificación y la inseguridad. En su lugar, toma la decisión consciente de confesar la justicia que ya es tuya en Él. Recuerda las palabras del apóstol Pablo, que nos recuerdan la fuente inquebrantable de nuestra justicia:

"Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él." 2 Corintios 5:21

¡Tu justicia habla! Permite que tu voz sea el eco de esta verdad divina.