La Catarata del Perdón
¿Crees que necesitas confesar tus pecados constantemente? A través de la historia del niño y la piedra, este artículo explora cómo la sangre de Jesús nos limpia de manera perpetua, manteniéndonos en la luz y dándonos la victoria.
PERDÓN
Pastor Juan Carlos Pérez Corrales
9/20/20252 min read
La piedra bajo la catarata
Érase una vez un niño que vivía con sus padres en una choza humilde, a orillas de un bosque. Eran tan pobres que no podían comprarle juguetes, así que él se contentaba con lo que encontraba en la naturaleza. Un día, descubrió una piedra especial, diferente a todas las demás. Brillaba de forma singular bajo la luz del sol, y él la consideró su más preciado tesoro.
Sin embargo, el niño no se atrevía a llevarla a casa, pues temía no tener dónde esconderla. Decidió enterrarla bajo unos arbustos, pero para su tristeza, al día siguiente la encontró opaca y sucia de barro. Desilusionado, la llevó al arroyo para limpiarla. La piedra recuperó su brillo, pero al volver a esconderla, el ciclo de ensuciarse y limpiarse se repetía sin cesar.
Cansado de esta rutina, el niño tomó una decisión. Llevó su piedra a una pequeña catarata y la colocó justo en el centro del flujo constante del agua. Así, la piedra se lavaba una y otra vez por sí sola. Nunca más tuvo que limpiarla, porque cada vez que la tomaba, brillaba impecable en sus manos.
El significado de la historia
Querido amigo, al igual que esa piedra, cuando naciste de nuevo te convertiste en una "piedra viva" que Dios colocó bajo la catarata de la sangre de Su Hijo. El versículo de 1 Juan 1:7, que dice que "la sangre de Jesucristo, su Hijo nos limpia de todo pecado", nos enseña el efecto de esta limpieza continua.
Si profundizamos en las Escrituras, descubriremos que la palabra "limpia" en el griego original se refiere a una acción presente y continua. Esto significa que desde el momento en que aceptaste a Cristo, la sangre de Jesús te ha estado purificando de forma constante.
Por eso, los creyentes continúan caminando en la luz de Dios, incluso cuando cometen errores. Como creyente, te encuentras bajo una catarata perpetua de la sangre de Jesús que te sigue limpiando de todos tus pecados.
Ese pensamiento negativo que tuviste hace unos minutos, esa acción incorrecta que realizaste, todo ha sido lavado. Siempre te mantienes limpio y perdonado, caminando en Su luz gracias a la limpieza incesante de la sangre de Jesús.
Creer que necesitas confesar tus pecados constantemente para estar bien con Dios te hará más consciente de tus fallos. Por el contrario, saber que estás bajo la catarata de la sangre purificadora de Jesús te mantendrá consciente del perdón. Y saber que has sido perdonado de todos tus pecados, te dará el poder para vencer cualquier hábito destructivo y de condenación.


La misión de la Asociación MAAM Costa Rica es edificar a los creyentes, profundizando su caminar con Cristo, para que disfruten de la Gracia que Dios nos ha dado.
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