Jesús, Tu Fiel Amigo

Jesús, tu fiel amigo

El profundo afecto y la incomparable belleza de Jesús se describen vívidamente en las Escrituras, donde se le celebra como el ser más excelso y deseable:

• Su boca es muy dulce, sí, es completamente encantador. ¡Esta es mi amada y esta es mi amiga, oh hijas de Jerusalén! - Cantar de los Cantares 5:16

Jesús se presenta ante ti como el amigo más fiel y sincero que jamás podrías tener. Él es aquel ante quien puedes despojarte de toda máscara y artificio. Con Él, la autenticidad es la única regla. Puedes pasar tiempo en Su presencia, siendo enteramente tú mismo, sin necesidad de pretensiones, sin temor al juicio o a la decepción.

Esta relación se caracteriza por Su amor constante y perdurable. Jesús es siempre amoroso contigo; Su afecto no fluctúa con tus circunstancias o tu desempeño. Puedes compartir con Él absolutamente todo lo que hay en tu corazón, sabiendo que te escucha con total atención y compasión.

A Él le agrada sumergirse en los detalles de tu vida:

• Tus sueños, aspiraciones y esperanzas: Le encanta conversar sobre el futuro que te ha destinado.

• Tu pasado: Él anhela profundamente sanarte de heridas, ataduras o luchas que arrastras de tu historia. Él es el gran Sanador de toda herida emocional y espiritual. Como dice la Escritura:

  • Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. - Isaías 53:4-5

• Tus desafíos actuales: Está profundamente interesado en tus luchas cotidianas. Él no es un amigo distante; se acerca para ser tu apoyo y refugio:

• Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. - 1 Pedro 5:7

• Tus emociones: Él desea llorar contigo en los momentos de tristeza y desesperación, y regocijarse contigo con una alegría desbordante en cada una de tus victorias, grandes o pequeñas.

Jesús es el amor y la ternura personificados. En Él encontramos una armonía perfecta de cualidades que parecen opuestas, pero que coexisten para tu beneficio: Es ternura que consuela y fuerza que sostiene, envueltas en una misma persona. Es mansedumbre que se inclina para servir y majestad que gobierna el universo; es hombría real y deidad eterna; es terciopelo suave y acero inquebrantable.

Él es 100 por ciento Hombre y al mismo tiempo 100 por ciento Dios.

• Como Hombre (Jesús de Nazaret), Él experimentó la vida humana en toda su plenitud (alegría, dolor, tentación, pérdida). Por ello, Él entiende y se identifica completamente con todo lo que has pasado, estás pasando y por lo que pasarás en esta vida. Su humanidad lo hace accesible y empático:

  • Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. - Hebreos 4:15

• Como Dios amoroso (el Hijo eterno), todo Su poder ilimitado, autoridad absoluta y recursos infinitos están completa e incondicionalmente a tu favor. Su deidad garantiza que Él tiene la capacidad de cumplir todo lo que ha prometido. Su amor es la fuente de tu seguridad:

  • ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? - Romanos 8:31

Amado, sea cual sea el gigante que estés enfrentando hoy, o la preocupación que turbe tu alma, te invitamos a dejar que tu corazón descanse en la certeza del poder de Su amor perfecto por ti. Este amor echa fuera todo temor y te da la paz que sobrepasa todo entendimiento.

• En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor. - 1 Juan 4:18