¡Cree Correctamente!
Creer correctamente te libera del esfuerzo humano y del legalismo. Al abrazar la Gracia y la obra terminada de Cristo, experimentas verdadera libertad y transformación.
¡Cree Correctamente!
¿Alguna vez te has sentido atrapado en el agotador ciclo de intentarlo, fallar y volverte a condenar una y otra vez? Permíteme decirte algo que cambiará tu vida: el verdadero cristianismo no se trata de tu desempeño, ni esfuerzo humano; se trata de la obra terminada de Cristo a tu favor. La clave para la libertad y la transformación duradera radica en un cambio radical en tu enfoque, en tu forma de pensar, en tu forma de creer: debes pasar de tu débil esfuerzo humano a Su gracia inmerecida y todopoderosa.
Muchos creyentes viven bajo el pesado yugo del legalismo, midiendo su valor y bendición por su propia obediencia o su lista de pecados. Pero la Cruz lo cambió todo. Ya no estamos bajo la ley de la condenación, en sino bajo la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús (Romanos 8:2). Vivimos en dispensación de la Gracia, no en la dispensación de la Ley.
A continuación, quiero presentarte siete factores esenciales para que comiences a creer correctamente y empieces a vivir y a disfrutar tu vida cristiana, no por lo que haces o dejas de hacer, sino por lo que ya eres en Cristo y por lo que Él ya hizo por ti en su muerte y resurrección. ¡Es hora de dejar de remar contra corriente y comenzar a navegar en el río de Su provisión!
1. Cree en el Amor Incondicional de Dios por Ti
Este es el fundamento, el ancla inamovible de todo. La fe genuina solo puede florecer cuando está profundamente arraigada en el conocimiento de que eres el Amado de Dios. Si tu mente está llena de pensamientos de castigo, decepción o culpa, el miedo te paralizará y tu fe será inestable y temerosa.
Creer correctamente significa estar firmemente convencido de que Dios te ama completamente ahora mismo, en este instante, no por tu buen comportamiento, sino por la obra perfecta y acabada de Jesús. Este amor inmerecido es el que disipa todo temor y te otorga una seguridad inquebrantable. Nunca dejes de meditar en esta verdad: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados" (1 Juan 4:10).
2. Cree en Tu Verdadera Identidad en Cristo
Es hora de cambiar la "película mental" que tienes de ti mismo. Deja de verte como un pecador débil y fallido luchando por la aceptación. Debes verte como la nueva creación gloriosa que eres en Cristo (2 Corintios 5:17).
Esto significa verte como justo, santo y completamente perdonado. Esta no es una visión arrogante de ti mismo, ¡es la verdad de Dios! La justicia de Cristo ha sido imputada a tu cuenta. Cuando te miras a través del lente de Jesús, dejas de luchar por ser aceptado y automáticamente empiezas a caminar en la libertad de saber que ya lo eres. "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" (2 Corintios 5:21). ¡Tú eres la justicia de Dios!
3. Cree en Tu Perdón Completo
La condenación es la herramienta principal del enemigo para mantenerte cautivo y débil. Esta clave se centra en el perdón total, absoluto y completo de todos tus pecados (pasados, presentes, futuros y eterno), logrado de una vez y para siempre en la cruz.
Al recibir activamente este perdón como un hecho consumado, te liberas de la culpa y el remordimiento. Cuando te sientes perdonado, el pecado pierde su poder en tu vida. Esta libertad te permite empezar a reinar en vida sobre la debilidad, la enfermedad y cualquier limitación, todo a través de la gracia que ya te ha sido dada. Él borró el acta de los decretos que había contra ti. "Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz" (Colosenses 2:14).
4. La Decisión del Pensamiento Correcto
El campo de batalla de la fe es tu mente. Creer correctamente requiere una decisión consciente y continua de alinear tus pensamientos con la verdad de la gracia de Dios. Tienes que rechazar activamente los pensamientos de condenación y autocrítica, reemplazándolos deliberadamente con las verdades de tu identidad en Cristo.
5 Por lo tanto, ya que hemos sido justificados [es decir, absueltos de pecado, declarados irreprensibles ante Dios] por la fe, [captemos el hecho de que] tenemos paz para con Dios [y el gozo de la reconciliación con Él] por medio de nuestro Señor Jesucristo (el Mesías, el Ungido). - Romanos 5:1 Biblia Amplificada.
Delante de Dios usted ya ha sido absuelto de pecado, declarados irreprensibles y usted tiene que captar este hecho que ya tienes paz para con Dios.
La victoria sobre malos hábitos, temores e inseguridades comienza al desarrollar un firme hábito de pensamiento correcto. Cada vez que la culpa o el miedo toquen a tu puerta mental, recuérdale al enemigo lo que Jesús hizo. "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad" (Filipenses 4:8).
5. Libérate del Yo y de la Auto Conmiseración
El evangelio de la gracia es el regalo de Dios, la gracia se opone radicalmente al legalismo y al esfuerzo humano. Cuando te enfocas demasiado en tus propias debilidades y desempeño, estás "ocupado en el yo", y esta auto-obsesión te desgasta y te roba el gozo, la conmiseración te aleja de la gracia de Dios, y te llevara a buscar en los hombres y en tu esfuerzo humano.
La solución es simple, pero profunda: Haz que Jesús sea el centro de todo. Al adorarlo, meditar en Su belleza y en Su obra terminada, tu enfoque se desplaza de tu imperfección a Su perfección. Es en ese momento que Su vida fluye naturalmente a través de ti, produciendo una vida recta sin que tengas que forzarla. Tu "hacer" debe fluir de tu "ser". "Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2:20). En otras palabras, Él lo hace por ti, no tu por Él.
6. Desarrolla una Confiada en el Favor Inmerecido de Dios
Una vez que estás establecido en el amor de Dios y en tu identidad correcta en Cristo, debes desarrollar una esperanza inquebrantable de que Dios está trabajando activamente a tu favor, ¡todos los días!
Esta expectativa confiada de cosas buenas (favor inmerecido) es una poderosa expresión de fe que atrae la bendición y los avances de Dios a tu vida. Es la convicción de que, puesto que Jesús pagó el precio completo, el Padre celestial desea bendecirte y tienes el derecho de esperar lo mejor de Él. "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida..." (Salmo 23:6). Deja de esperar cosas malas; espera favor.
7. Encuentra Descanso en el Amor de Dios Padre
La meta final de la vida en la gracia es entrar en el reposo de Dios (el descanso). El descanso no es inactividad, sino una acción de fe donde cesas de tus propias obras de esfuerzo por la aprobación o la bendición. Confía plenamente en el amor y la provisión de tu Padre.
9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. - 2 Corintios 12:9
El verdadero poder y la transformación profunda no ocurren cuando te esfuerzas y te agotas, sino cuando te relajas y le permites a Su gracia obrar poderosamente en ti. Reconoce que Él es tu Padre amoroso y que tu vida está completamente segura y provista en Sus manos. ¡Entra en Su reposo y observa cómo Su gracia hace lo que tu esfuerzo nunca pudo lograr! "Por tanto, queda un reposo [un descanso sabático] para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas" (Hebreos 4:9-10).


La misión de la Asociación MAAM Costa Rica es edificar a los creyentes, profundizando su caminar con Cristo, para que disfruten de la Gracia que Dios nos ha dado.
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