Confesiones para Reprender al Enemigo

Confieso las siguientes declaraciones para reprender al enemigo:

• Confieso que el Señor te reprenda, Satanás (Zacarías 3:2).

• Confieso que el enemigo perezca como resultado de tu reprensión, oh Señor (Salmos 80:16).

• Confieso que el enemigo huya ante tu reprensión, oh Señor (Salmos 104:7).

• Confieso que reprendo todo viento y tempestad que el enemigo envíe contra mi vida (Marcos 4:39).

• Confieso que las reuniones de gente armada y sus becerros sean reprimidas hasta que se sometan (Salmos 68:30).

• Confieso que reprendo a quienes vengan contra mí con estrépito como de aguas, y que se alejen huyendo (Isaías 17:13).

• Confieso que reprendo al devorador por mí (Malaquías 3:11).

• Confieso que reprendo al jinete y al caballo para que sean entorpecidos (Salmos 76:6).

• Confieso que reprendo todo espíritu impuro que intente operar en mi vida (Lucas 9:42).

• Confieso que reprendo a los espíritus soberbios y malditos (Salmos 119:21).

• Confieso que se desaten reprensiones de ira sobre el enemigo (Ezequiel 25:17).

• Confieso que el enemigo sea reprendido por el soplo del aliento de tu nariz (2 Samuel 22:16).

• Confieso que reprendo al enemigo con llamas de fuego (Isaías 66:15).

• Confieso que un millar huya ante mi reprensión (Isaías 30:17).

• Confieso que reprendo todo mar que intente cerrarse sobre mi vida (Salmos 106:9).

• Confieso que te reprendo, diablo. Calla y sal (Marcos 1:25).