31 de octubre

Permanecer en el Amor Perfecto de Dios

Pastor Juan Carlos Pérez Corrales

man and woman sitting on green grass field during daytime
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Permanecer en el Amor Perfecto de Dios

Salmos 91:9–10 nos asegura: Por cuanto has hecho de Jehová, que es mi refugio, el Altísimo, tu morada, no te sobrevendrá ningún mal, ni plaga alguna se acercará a tu morada.

Es comprensible que te resulte muy difícil sentir el amor de Dios cuando enfrentas desafíos físicos, como múltiples síntomas o la creciente presión financiera por las facturas médicas, y la incertidumbre sobre el futuro. Como habitamos en un mundo donde nuestros cinco sentidos son predominantes, puede ser complicado creer en el amor de Alguien que no podemos percibir sensorialmente (ver, tocar, oír).

Sin embargo, nuestra seguridad en el amor de Dios no debe depender de nuestros sentimientos o de las circunstancias externas, ya que estos son volátiles y cambiantes. La clave está en dirigir nuestra atención y esperanza hacia nuestro Señor Jesús. Su amor por nosotros es perfecto, inalterable y nunca falla.

Me gustaría compartir contigo algunas acciones prácticas que, creo, te ayudarán a mantenerte firmemente arraigado en Su amor perfecto:

  1. Escucha Mensajes de Amor en lugar de Mentiras de Miedo: No le permitas al enemigo sembrar el miedo en ti con mentiras. En su lugar, busca y consume continuamente mensajes que refuercen la conciencia del amor de Dios por ti. Abraza Su amor activamente para disipar y expulsar todo temor.

  2. Conéctate con Su Bondad ante los Ataques: Cada vez que el enemigo intente infundirte miedo, inmediatamente pon un sermón que exalte la bondad y el amor del Señor por ti. En lugar de caer en las trampas del adversario, sigue escuchando enseñanzas enfocadas en la obra terminada de Jesús en la cruz.

  3. Lee Informes de Fe en lugar de Informes de Temor: En lugar de obsesionarte leyendo artículos de Internet sobre la gravedad potencial de tu condición, o de repasar repetidamente tu informe médico, enfócate en leer testimonios de alabanza que resalten el amor y la fidelidad de Dios. Dedica tiempo a leer pasajes bíblicos que hablen sobre Su amor y Sus promesas de sanidad. Guarda la Palabra de Dios en tu corazón y mantente en Su amor.

La Biblia nos recuerda el fundamento de nuestra fe:

"Y hemos conocido y creído el amor que Dios tiene por nosotros. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él" (1 Juan 4:16).

No basta con solo conocer los versículos sobre Su amor. Debes meditar en ellos de forma constante hasta que la convicción de que Él te ama se establezca profundamente en tu corazón y tu mente.

Cuando nos enfocamos y permanecemos conscientes del amor de Dios, estamos, de hecho, permaneciendo en Dios. Esto se traduce en hacer de Él nuestra morada. Esto es un principio sumamente poderoso, ya que cuando el Señor es tu hogar, estás en un lugar de absoluta seguridad y protección.

Te animo a leer el Salmo 91 y a declarar personalmente las promesas: que ningún mal te alcanzará, ni plaga se acercará a tu hogar. Al permanecer en Él, el Dios Todopoderoso se convierte en tu refugio y fortaleza personal.

No importa el número de personas que hayan sucumbido a la enfermedad que te han diagnosticado. La promesa es clara: Mil caerán a tu lado y diez mil a tu derecha, pero a ti no se acercará (Salmos 91:7). E incluso si ya estás en medio de la adversidad, ten la certeza de que el Señor está contigo y te librará.