28 de octubre
Abundancia más allá de lo imaginable
Pastor Juan Carlos Pérez Corrales
Abundancia más allá de lo imaginable
Y a aquel que es poderoso para hacer mucho más abundantemente que todo lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros, a él sea la gloria en la iglesia por Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén. Efesios 3:20–21
Como se menciona en Efesios 3:18-19, al comprender la magnitud del amor de Cristo, somos completamente llenos de la plenitud de Dios, ¡una verdad asombrosa! Sin embargo, la porción de la Escritura que meditamos hoy revela que el apóstol Pablo tenía algo más que agregar.
Cuando reconoces el amor de Dios por ti, Su grandeza se manifiesta poderosamente en tu vida. Él promete darte no solo en exceso o con generosidad, sino de una manera extremadamente abundante, por encima de todo lo que te atrevas a solicitar o concebir.
Por lo tanto, al conocer Su amor incondicional, tienes la libertad de tener peticiones y pensamientos inmensos, pues Dios todavía superará cualquiera de esas expectativas. El punto central es Su amor por ti y por mí. A pesar de esto, hoy en día algunas personas insisten en centrarse en su propio amor por Dios, creyendo que las bendiciones son el resultado de este afecto o de sus buenas acciones.
El pastor Juan Carlos Pérez Corrales ha compartido que, en su propia experiencia, había asuntos por los que oraba a Dios que permanecieron sin respuesta durante años. La situación cambió drásticamente cuando tuvo una profunda revelación de cuánto lo amaba Dios. Una vez que comprendió plenamente Su amor, fue como si una compuerta de bendiciones se abriera, desatando toda clase de acontecimientos positivos en su vida y a su alrededor.
Una anécdota que ejemplifica esto ocurrió cuando su hija, Jessica, de aproximadamente dos años, padecía un virus que los médicos no podían curar. La niña lloraba sin cesar día y noche. El pastor probó todos los medios espirituales y físicos a su alcance (atar y desatar, confesar la Palabra, clamar, imponer manos), pero nada funcionaba.
Fue entonces cuando el Señor lo guio a Génesis 22, pasaje en el que Dios pide a Abraham que ofrezca a su hijo Isaac en holocausto, lo que simboliza el sacrificio de Jesús, el propio Hijo de Dios.
Mientras leía el texto, el pastor sintió una profunda convicción del inmenso amor de Dios por él; un amor tan grande que no retuvo a Su único Hijo, el Hijo amado, por su causa.
En ese instante, se sintió abrumado por un profundo y personal sentimiento del amor de Dios y comenzó a llorar. Justo en ese momento, su hija dejó de llorar en la otra habitación. ¡A partir de ahí, ella estaba completamente sana! El milagro para la niña ocurrió en el mismo instante en que el pastor experimentaba esa nueva revelación del amor de Dios hacia él.
Permítame compartir otro testimonio, dice el pastor. Bill, un hermano de California, le escribió para expresar su gratitud por las enseñanzas del pastor acerca de nuestra identidad como hijos amados de Dios. Bill relató que se habían pronosticado lluvias y tormentas eléctricas para el 80 al 90 por ciento de su luna de miel en Cancún.
Una mañana, mientras pasaba un tiempo con Dios, Bill tuvo el pensamiento de que, dado que Dios lo amaba a él y a su esposa, podía orar para que cambiara el clima para su viaje; después de todo, esto no sería un gran desafío para el Dios del universo. Tres días antes de partir, hizo precisamente esa oración.
El informe de Bill fue el siguiente: "Durante nuestros seis días de luna de miel, el sol brilló con nubes de tormenta siempre a lo lejos. Las tormentas eléctricas eran imponentes, pero se mantenían a distancia. Solo llovió tarde en la noche, después de que nos habíamos retirado. A pesar de que se habían pronosticado tormentas feroces a lo largo de la costa, cada mañana nos despertábamos con sol y una naturaleza hermosa recién regada. Algunos se burlarán y lo llamarán coincidencia, y otros simplemente no creerán que Dios alteró el clima por el bien de uno de Sus hijos. ¡Pero yo estoy convencido de que eso fue exactamente lo que Él hizo!".
El pastor Juan Carlos Pérez Corrales reitera esta verdad: cuando entiendes Su amor por ti, tienes la capacidad de pedir y soñar en grande, ¡y Dios siempre superará todo lo que pidas o imagines!
Cuando crees correctamente, las compuertas de la bendición se abren. Nada es imposible si pones tu fe en la persona de Jesús y en Su amor y bondad. ¡Alabado sea Dios!


La misión de la Asociación MAAM Costa Rica es edificar a los creyentes, profundizando su caminar con Cristo, para que disfruten de la Gracia que Dios nos ha dado.
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