20 de noviembre
Tómate tu Tiempo para Escuchar
Tómate tu Tiempo para Escuchar
Y todas estas bendiciones vendrán sobre vosotros y os apoderarán si escucháis la voz del SEÑOR vuestro Dios. - Deuteronomio 28:2 AMP
Hoy, sin importar los desafíos que estés enfrentando, haz una pausa y escucha a Jesús.
Si la preocupación es por síntomas físicos, sigue escuchando cómo nuestro Señor Jesús, por amor, solía sanar y lo sigue haciendo hoy. Escucha cómo soportó los crueles latigazos romanos por ti, para que por Sus heridas seas sanado (Isaías 53:5). Escucha que Él hacía el bien y sanaba a todos los que eran oprimidos (física, emocional y mentalmente) por el diablo (Hechos 10:38; Mateo 9:35). Cuando veía a las multitudes esperando Su toque sanador, se conmovía con profunda compasión; no los veía como personas con exigencias imposibles, sino como ovejas sin pastor (Mateo 9:36). Y escucha que Él es el mismo ayer, hoy y por siempre (Hebreos 13:8). Mientras escuchas estas verdades, la fe impregnará tu espíritu, y Su sanación y salud divinas inundarán cada célula, órgano y sistema de tu cuerpo.
Amado, si estás ansioso por las necesidades y exigencias del mañana, sigue escuchando que Dios está a tu favor y no en tu contra. Escucha cómo Él te ha dado todas las cosas gratuitamente a través de Cristo (Romanos 8:31–32). Por lo tanto, todo lo que necesitas es recibir todas Sus bendiciones, incluyendo el favor, la sabiduría, la sanación y las provisiones que requieras para cualquier desafío. Escucha al Hijo recordarte a tu amoroso Padre celestial, quien conoce todas tus necesidades y promete cuidarte. Simplemente deposita tus preocupaciones sobre Él y busca primero Su regalo de justicia (Mateo 6:31–33).
Mientras escuchas y te estableces en Su gracia inmerecida, toda preocupación y ansiedad se disolverán como la niebla al salir el sol de la mañana, y verás Su nuevo suministro de favor para cada nueva necesidad.
Y si has experimentado el dolor de la traición, si te han herido las palabras de personas cercanas, o si simplemente te sientes desanimado, escucha las palabras de afirmación del Señor. Escucha decirte: "Nunca te dejaré ni te abandonaré." Permite que estas palabras restauren tu corazón, calmen tus emociones y te den la fe para decir con valentía: "El Señor es mi ayudante; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?" (Hebreos 13:5–6).
Amigo mío, para crecer verdaderamente en gracia y ver sus frutos manifestarse en nuestras vidas, necesitamos seguir escuchando al Hijo y Sus palabras de gracia. Es muy fácil volver a enfocarnos en la ley o en las demandas, en lugar de estar conscientes de la gracia o de la oferta. Escúchale hoy. ¡Escucha Sus palabras de gracia!


La misión de la Asociación MAAM Costa Rica es edificar a los creyentes, profundizando su caminar con Cristo, para que disfruten de la Gracia que Dios nos ha dado.
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