12 de noviembre

Se Acerca Tu Cosecha Cien Veces Mayor

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Se Acerca Tu Cosecha Cien Veces Mayor

"Pero estos son los sembrados en buena tierra, los que oyen la palabra, la aceptan y dan fruto: unos treinta, otros sesenta y otros cien." Marcos 4:20

Cuando te desanimas porque has orado a Dios, pero tu curación está tardando más de lo que esperas, el enemigo puede comenzar a jugar juegos mentales contigo. Tal vez empieces a pensar que la oración es solo un ritual vacío. ¿Puedo decirte que hay una guerra espiritual en curso precisamente para que renuncies al canal que Dios ha ordenado para traer vida y salud sobrenaturales a tu cuerpo?

Aunque pueden ocurrir milagros de sanidad instantánea al orar, nuestro Señor Jesús nos dice en las Escrituras de hoy qué esperar cuando confiamos en Él para un avance que no se manifiesta de inmediato. Observa lo que dice acerca de cómo las semillas de la Palabra de Dios dan fruto cuando caen en buena tierra. El evangelio de Lucas también lo registra: "Pero en cuanto a la semilla en buena tierra, éstos son los que han oído la palabra con buen y noble corazón, y se aferran a ella, y dan fruto con paciencia" (Lucas 8:15).

Las semillas que caen en buena tierra "dan fruto con paciencia". Esta paciencia se refiere a la perseverancia y la resistencia. ¿Sabes por qué es necesaria? Porque las semillas tardan en dar fruto. No sucede de la noche a la mañana. Así como el agricultor espera pacientemente el precioso fruto de la tierra, tú también debes ser paciente (Santiago 5:7). Tu cosecha vendrá gradualmente: primero treinta, luego sesenta, luego cien veces.

Cuando comienzas a creer en oración que ya has recibido (Marcos 11:24), es posible que veas algunas mejoras, pero el dolor sigue ahí. Eso es una cosecha treinta veces mayor. ¡No te rindas! Sigue creyendo por fe que ya recibiste, que Dios ya respondió tu oración, hasta que obtengas tu cosecha sesenta veces mayor. Ahí es cuando experimentas una mejora importante, incluso puedes sentirla, pero tal vez algunos síntomas persisten, aunque ya tienes la capacidad de moverte como sano. Ese es el momento de seguir perseverando, de seguir confiando y de seguir poniendo tus ojos en Su obra terminada en la cruz hasta que veas tu cosecha de bendiciones multiplicada por cien, y experimentes la sanidad completa de tu condición.

Cuando se siembra una semilla, no se ve nada de inmediato, pero se sabe que comenzará a brotar hojas y a crecer. No tienes que seguir excavando la tierra para comprobar si la semilla está creciendo. De la misma manera, cuando se siembra la semilla de la Palabra de Dios, tu parte es tener fe en el poder de Su Palabra y ser paciente, creyendo que Sus palabras no volverán a Él vacías. Y así como la tierra produce cosechas gradualmente, "primero la hoja, luego la espiga, y después el grano lleno en la espiga" (Marcos 4:28), ¡declaro que cosecharás la cosecha completa de tu sanidad!