07 de noviembre
El Secreto de Amar Mucho a Jesús
El Secreto de Amar Mucho a Jesús
Por eso os digo que sus pecados, que son muchos, le son perdonados, porque amó mucho. Pero a quien poco se le perdona, lo mismo ama poco.
El pasaje de Lucas 7:36-50 nos ofrece una poderosa lección de Jesús sobre el perdón de los pecados.
La escena tiene lugar en casa de Simón, un fariseo, quien había invitado a Jesús a comer. Mientras estaban a la mesa, una mujer de la ciudad, conocida por ser pecadora, se acercó a Jesús. Ella comenzó a llorar a Sus pies, lavándolos con sus lágrimas y secándolos con su cabello. Luego, los besó y los ungió con aceite perfumado.
Simón, el anfitrión, observaba la escena y pensó para sí mismo: "Si este hombre fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que lo está tocando, porque es una pecadora".
A pesar de que Simón no dijo nada en voz alta, Jesús respondió a su pensamiento con una parábola. Les contó sobre dos deudores: uno debía mucho (quinientos denarios) y el otro una cantidad menor (cincuenta). Como ninguno de los dos podía pagar, el acreedor perdonó la deuda a ambos.
Jesús le preguntó a Simón: "¿Cuál de ellos amará más al acreedor?"
Simón respondió: "Supongo que aquel a quien se le perdonó más". Jesús confirmó: "Has juzgado bien".
Acto seguido, Jesús se dirigió a la mujer, pero habló a Simón para hacerle ver la diferencia entre su actitud y la de ella:
"Entré en tu casa; no me diste agua para mis pies, pero ella me lavó los pies con sus lágrimas."
"No me diste ningún beso, pero esta mujer no ha dejado de besar mis pies."
"No ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ha ungido mis pies con aceite fragante."
Y concluyó con el versículo clave: "Por eso os digo que sus pecados, que son muchos, le son perdonados, porque amó mucho. Pero a quien poco se le perdona, lo mismo ama poco."
Esta mujer amaba intensamente a Jesús porque sabía cuánto le había sido perdonado.
La realidad es que a nadie se le ha perdonado poco; a todos se nos ha perdonado una inmensidad. Cuando una persona comprende la magnitud de ese perdón, se enamora de Jesús y comienza a cumplir el mayor mandamiento: amar a Dios con todo el ser, de forma natural y sin esfuerzo.
Si crees que has sido perdonado poco, amarás poco. Pero el secreto para amar mucho a Jesús está en aceptar la verdad de cuánto te ha sido perdonado. Es experimentar Su gracia abundante e inmerecida al perdonar todos tus pecados: pasados, presentes y futuros.
Es crucial no devaluar la gracia de Dios creyendo que el perdón es parcial o se da "en cuotas". No pienses que debes confesar cada pecado individualmente para ser perdonado de ese pecado en específico. Esta visión minimiza Su gracia y te lleva a amar poco, privándote de acercarte a Él con confianza para recibir Su ayuda y bendición.
Jesús, con un solo sacrificio en la cruz, borró todos los pecados de toda tu vida. No rebajes este favor inmerecido (gracia) con tus propios intentos imperfectos de confesar cada error.
¡Recibe y experimenta plenamente este regalo que Jesús te ha dado y dale el valor que merece!


La misión de la Asociación MAAM Costa Rica es edificar a los creyentes, profundizando su caminar con Cristo, para que disfruten de la Gracia que Dios nos ha dado.
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