04 de noviembre
El regalo de no condenar
El regalo de no condenar
"Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Ninguno te ha condenado?" Ella dijo: «Nadie, Señor». Y Jesús le dijo: "Tampoco yo te condeno; vete y no peques más". Juan 8:10–11
A menudo surge la preocupación de si la libertad de la condenación llevará a los creyentes a pecar más.
El evangelio de la gracia, al liberar de la condenación, está sanando corazones, liberando de adicciones y cambiando mentalidades. Lejos de promover el pecado, la libertad de la condenación empodera a las personas para vencer el pecado y sus dolorosas consecuencias, haciendo que se enamoren más de Jesús y Su gracia.
La Escritura de hoy subraya este punto de manera crucial: Jesús le otorgó a la mujer sorprendida en adulterio el "regalo de no condenación" antes de instruirla a "vete y no peques más". En contraste, muchas iglesias hoy invierten este orden, sugiriendo sutil o abiertamente: "Deja de pecar primero, y luego no serás condenado". Este enfoque, que exige un cambio de vida previo para ser aceptado, es lo que aleja a muchos (incluyendo a las mujeres del centro correccional) de la fe, ya que no han conocido al verdadero Jesús que ofrece la no condenación al pecador culpable.
El cristianismo no es un conjunto de reglas condenatorias; es una relación basada en la sangre derramada de Jesucristo, que perdona nuestros pecados y cumple con la ley en nuestro favor.
La mujer llevada ante Jesús era innegablemente culpable ("sorprendida en el mismo acto," Juan 8:4). No obstante, en lugar de aplicarle la ley de Moisés que exigía la pena de muerte por lapidación, Jesús le extendió la gracia y el don de no condenarla.
Es impensable que esta mujer, tras recibir tal gracia, regresara a su pecado. Jesús confía en que una verdadera revelación de que Dios no te condena te da el poder para romper el ciclo de pecado y "vete y no peques más".
La verdad es poderosa: la gracia de Jesús consume el pecado. Deja que Sus palabras, "Tampoco yo te condeno", transformen tu corazón hoy y te den la fuerza para "vete y no peques más".


La misión de la Asociación MAAM Costa Rica es edificar a los creyentes, profundizando su caminar con Cristo, para que disfruten de la Gracia que Dios nos ha dado.
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