Confesión para Despojar al Enemigo

Confieso, basándome en las Escrituras, que el poder del enemigo será removido y sus bienes serán restituidos.

• Confieso que los consejeros de los malos son despojados de consejo, según lo establece la Palabra (Job 12:17).

• Confieso que los príncipes de las tinieblas son llevados despojados, como dice la Biblia (Job 12:19).

• Confieso que los fuertes de corazón son despojados (Salmos 76:5).

• Confieso que ato al enemigo, le quito todas sus armas y divido el botín, en el nombre de Jesús (Lucas 11:22).

• Confieso que Babilonia es despojada y destruida (Jeremías 51:53).

• Confieso que los lugares altos son despojados, en el nombre de Jesús (Jeremías 12:12).

• Confieso que el Señor ha despojado principados y potestades (Colosenses 2:15).

• Confieso que despojo al enemigo y restituyo los bienes robados, en el nombre de Jesús (Éxodo 12:36).

• Confieso que despojo las tiendas del enemigo, en el nombre de Jesús (1 Samuel 17:53).

• Confieso que despojo a quienes han intentado despojarme (Ezequiel 39:10).

• Confieso que el enemigo no me despojará, sino que él será despojado (Isaías 33:1).

• Confieso que los palacios y las fortalezas de la oscuridad son saqueadas, en el nombre de Jesús (Amós 3:11).

• Confieso que los espíritus orgullosos son asolados, en el nombre de Jesús (Zacarías 11:3).

• Confieso que desato a las langostas para que destruyan la obra de las tinieblas, en el nombre de Jesús (Nahúm 3:16).

• Confieso que las fortalezas de la oscuridad son destruidas, en el nombre de Jesús (Oseas 10:14).