03 de noviembre

Cómo ser "Indevorable" para el Enemigo

Sé sobrio, sé vigilante; porque vuestro adversario el diablo anda como león rugiente, buscando a quién devorar. 1 Pedro 5:8

El adversario, el diablo, constantemente intenta debilitar tu fe en el amor incondicional del Señor por ti. Su principal táctica es hacerte dudar de ese amor y de su gracia, intentando sembrar la idea de que Dios está molesto contigo.

La Palabra de Dios nos advierte que el diablo merodea como un león rugiente, buscando a quién devorar (1 Pedro 5:8). Este detalle es crucial: no puede simplemente devorar a cualquiera; debe buscar a aquellos que pueda devorar. Esto implica que hay creyentes que son, por decirlo de alguna manera, "indevorables". Si bien esta palabra no existe formalmente, describe perfectamente una posición de seguridad cuando el enemigo acecha.

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7

Amigo, tú puedes volverte "indevorable" para el diablo. El secreto no está lejos; se encuentra en el versículo inmediatamente anterior: "echando toda vuestra preocupación sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros" (1 Pedro 5:7). ¿Lo ves? La clave para ser "indevorable" es vivir sin agobiarse, liberado de ansiedades y preocupaciones. Esto significa elegir la alegría, disfrutar de tu vida y no permitir que la inquietud por el futuro te abrume.

Aunque esta perspectiva pueda parecer terriblemente irresponsable para una mente inclinada al legalismo, desde el punto de vista de Dios, tu mayor deber es regocijarte siempre en el Señor y abstenerte de atormentarte por errores pasados, circunstancias actuales o desafíos venideros. ¿La razón? Es doble: 1) Todo lo que la gracia de Dios ya ha realizado a tu favor; y 2) La certeza de que Aquel que venció a la muerte te está cuidando y velando por ti justo ahora.

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:4-7

Si deseas experimentar una victoria constante sobre los ataques del enemigo, entonces debes aprender a soltar las riendas, relajarte y entregar cada pensamiento opresivo, cada preocupación y cada inquietud a las manos amorosas de Jesús. Cree con todo tu corazón que Él se preocupa profundamente por ti y que no estás solo. Tienes a Jesús como tu compañero constante en esta gran aventura llamada vida.

Es vital notar que el diablo actúa como un león rugiente. Es un impostor que busca intimidarte al dar la falsa impresión de que Dios está airado contigo. Seamos claros: solo hay un León verdadero, y ese es el León de la tribu de Judá, Jesucristo (Apocalipsis 5:5), el Rey de reyes, y Él no está enojado contigo hoy. Su ira se dirige exclusivamente hacia todo aquello que busca destruirte. Tú no eres el objetivo de Su ira; eres el objeto de Su amor. Por lo tanto, mantente firme y fuerte en Su amor por ti. ¡Esta es la manera infalible de resistir al diablo, quien no tendrá más opción que huir de tu presencia!